Bloguer anónimo nacido del despecho y muriendo a pajazos por Persona B, acompañado de Amigos y Chicos con otras letras...
miércoles, 2 de julio de 2014
Y.. ¿Cómo te ganas la vida?
Hace días, en uno de mis tantos intentos frustrados por olvidar a "Persona B" (ver entrada anterior) creé un perfil en una de esas paginas para quedar con tipos. La cosa era muy sencilla: una cuadrícula extensa donde se mostraban las fotos de todos los "participantes" ordenados por cercanía.
En un buen rato no vi gran cosa, más que una versión masculina de Wild On, ese programa en el que las mujeres mostraban sus tetas para recibir collares (?) no sé para qué diablos eran pero allí con seguridad no recibirían esos "premios". Me escabullí entre el exceso de piel y hablé con algunos de los "participantes", era entretenido hablar con desconocidos, sentía que tenía poderes, como un semidiós: podría bloquearlos, eliminarlos y deshacerme de la evidencia sin involucrarme demasiado.
Ojeando entre aquel bosque tropical me llamó la atención un chico, en su fotografía se veía como un ser pensante: miraba al horizonte en alguna playa desértica, entre días de semana seguramente. Le escribí, y con la excusa de hablar más cómodos intercambiamos wasabi y así, nació el amor y me olvidé de este blog —en realidad no—, pero era muy peculiar, tanto que pensé: "creo que perdió el guión para chancear". Volví a pensar: "quizás lo lanzó en una botella en la playa desértica para conseguir su verdadero amors". Como sea, había conocido a un tipo que se olvidaba de las preguntas recurrentes y hablaba más cosas sin sentido, casi tanto como yo.
Hablamos durante horas, le conté cosas aburridísimas de mi, que con seguridad no conquistarían a nadie, le conté sobre mi necesidad de usar medias de algodón para evitar el frío en los pies y dormir un poco mejor; cosas triviales pero que llamaron su atención y por fortuna no tenía fetiches con los pies, sólo le agradaba lo "sinsentido" del asunto, y que no le preguntara lo que parecía evitar: ¿Cómo te ganas la vida?.
A los días la pregunta se respondió por sí sola, toda su excentricidad me hacía creer que evidentemente no era un ingeniero, ni policía mucho menos, y se que pensaran que ando por la vida estereotipando a la gente, pero fui un imprudente más y le pregunté:
—¿Eres artista verdad?.
—¿Cómo lo sabes? —dijo.
— Es algo evidente, disculpa si te saqué un poco del anonimato.
— Bueno, si, soy artista —respondió con entusiasmo. *insertar emoticon de wasabi \o/
— Me parece genial —le dije. Y si, hablaba en serio.
Todo parecía ir bien, Persona B no estaba en mis pensamientos, no tenía ganas de pajearme, y estaba hablando de pinturas y esculturas como si supiera algo de eso, solo recordaba el capítulo de Bob esponja en el que Calamardo rompía los parametros de la belleza/fealdad jejeps.
El artista me contaba sobre su familia en el exterior, su vida libre de trabajos de un simple mortal, y la soledad que lo acogía pero que no admitía. Yo, en cambio, abrazaba la idea de un trabajo para toda la vida, sólo le hablaba de medias para el frío, de mi alimentación deplorable —por la depresión—, y en algún momento mencioné esa frasecita que, con seguridad, muchos artistas odian: "El arte imita a la vida".
Creo que la frase activó en el artista un sentido de predisposición, no paraba de hablar de sus viajes fuera del país y de sus obras de arte, quizás mi rompimiento con Persona B me haya enmudecido, pensé: ¿Qué diría si le cuento que aún me pajeo por mi ex?, ¿Esta bien que aun me pajee por mi ex?, ¿Tiene sentido hablarle de mi ex?. El artista seguía parloteando y con gran entusiasmo, me mostró una de sus obras en una videollamada, lo que hizo que rompiera el silencio:
WTF?! —exclamé ante lo que creí haber visto.
El Señor artista preguntó enfurecido:
— ¡¿Como que WTF?!
— Estehmm no sé, me pareció como... no se. —dije con incomodidad. Tenía miles de adjetivos para usar pero preferí guardarlos.
— ¡¿Por qué te burlas de mi trabajo?!
— No me burlo de tu trabajo, sólo me pareció algo... Impactante, recuerda que de arte no sé nada.
— ¡Tu todo lo criticas, todo es negativo, no ves nada bueno en nada!.
Sus palabras hicieron que colgara la videollamada, no era el primero en decir algo así, pero nunca me importó realmente, hasta que Persona B me lo dijera tantas veces que ahora me cueste dormir. Lloré como idiota, lloré por amor, por traición, por no entenderlo, por las pajas y las no-pajas. Olvidé que más que llorar pude reírme como un niño cuando mencionan la palabra "pene" en el salón de clases; pero ese "pene" diseñado por el artista me causaba repulsión, a pesar de que era solo un recorte de papel marrón, era un tamaño descomunal lucia semiflácido, con forma de "caca", divisiones como las de "caca"; a mis ojos, era "caca".
Me pregunté luego: ¿Me escabullí entre culos, vergas, y panzas, para encontrarme con alguien que tiene colgado en su casa un híbrido "pene-caca"?.
Aunque la verdad, no me molestó su "pene-caca", ni su alma libre, ni sus viajes al exterior; de hecho, que fuese artista me gustaba. Me molestó su inseguridad, que me recordaba a la mía. Su desgracia que buscaba ocultar con alarde. Su descuido consigo mismo ante el descuido de los otros para con él. Me molestó que, a pesar de no dibujar penes, o cacas, ni ser tan temperamental, era cómplice de su soledad.
No hablamos más. Él se cansó de escribir sin ser atendido, y yo, me cansé de ignorar y ser ignorado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Bueno, cosas que pasan, no te preocupes. Un beso.
ResponderEliminarGracias Amapola. Un abrazo
Eliminar